Consejos útiles para un Producctor Musical
Para el productor musical, hacer música es un arte que combina emoción, técnica y creatividad, sin embargo no siempre resulta un proceso sencillo, muchas veces nos enfrentamos a bloqueos creativos e incluso es frecuente que perdamos el enfoque buscando la perfección. En este artículo quiero compartir contigo 10 consejos esenciales para superar esos obstáculos y optimizar tus procesos de producción, grabación, mezcla o mastering de manera fluida y sin complicaciones.
1. Encuentra tu inspiración en lo cotidiano
Ten en cuenta que la creatividad está en todas partes, pero debes aprender a descubrirla; dedica tiempo a observar tu entorno: un paseo al aire libre, una charla inesperada, asistir a un concierto de tu banda favorita o incluso de música que nunca hayas escuchado, ir a ver una película, conectar con expresiones culturales en desfiles o festividades y hasta los sonidos cotidianos de tu entorno, pueden convertirse en potentes detonantes de nuevas ideas. Podrías llevar un diario, una especie de bitácora, una simple aplicación de notas o hacer pequeños videos con tu móvil para capturar esas pequeñas chispas creativas antes de que desaparezcan, lo importante es conservar un registro y revisarlo con cierta frecuencia para mantener las ideas frescas.
2. Diviértete en el proceso
La música es ante todo, una forma de expresión artística, un elemento de comunicación y un medio para disfrutar y compartir emociones. Si te sientes atrapado en la presión de producir algo «perfecto», da un paso atrás, haz conciencia y recuerda por qué empezaste a crear, reflexiona en tu verdadero propósito. Recuperar ese sentido de juego y curiosidad puede renovar tu energía y enfoque para disfrutar del proceso dejando volar tu creatividad como productor musical y llegando a un producto final verdaderamente satisfactorio.
3. Graba primero, ajusta después
Las ideas frescas son fugaces y suelen aparecer como una chispa en cualquier momento, sí, incluso a la madrugada, mientras estás en el baño, o en medio de una aburrida visita en casa de tu tía… Lo malo es que así como aparece, también desaparece y muchas veces a los pocos minutos ya no la recuerdas, por eso cuando surja esa chispa de inspiración, trata de grabarla inmediatamente, aunque no estés en un entorno perfecto, retírate por un instante a donde puedas hacerlo y graba un tarareo con tu teléfono o repítelo en tu mente hasta que puedas grabarlo dónde y como sea. Las primeras tomas a menudo capturan una autenticidad que es difícil de replicar. Más tarde habrá tiempo de trabajar en los detalles técnicos, pero no dejes que la perfección ahogue tu creatividad inicial.
4. Olvídate de la obsesión por el equipo
Para crear buena música no necesitas el micrófono de la marca más cara, la última versión del DAW estándar de los super estudios, ni la interface de moda en los comentarios que lees en grupos de Facebook; por si no lo sabías, considera que muchos “Hits”, algunos de los álbumes más icónicos de la historia e incluso producciones que han acumulado una buena cantidad de Grammys, se grabaron con equipos básicos y en condiciones que probablemente ni te imaginas… Al final lo que realmente importa es cómo utilizas los recursos que tienes a la mano entendiendo que el verdadero “jugo” de un equipo o instrumento, lo sacas cuando sabes cómo utilizarlo a favor del arte, es indiscutible que el conocimiento, la pasión y la creatividad siempre triunfan sobre la tecnología.
5. Atrévete a salir de tu zona de confort
Probar cosas nuevas puede resultar intimidante, pero al mismo tiempo liberador; de modo que date el permiso de experimentar con géneros, instrumentos, sonidos o técnicas que no formen parte de tu repertorio habitual, te aseguro que te sorprenderás de lo que eres capaz de crear a través de la prueba y el error cuando lo haces con libertad y sin prejuicio alguno. Este tipo de ejercicios no solo estimulan la creatividad, sino que también amplían tus habilidades como músico, productor e ingeniero.
6. Usa tus oídos como herramienta principal
En la era de la “ultratecnología» digital y la inteligencia artificial, es muy fácil quedar atrapado entre gráficos, medidores, luces que bailan asombrosamente en tu pantalla e incluso algoritmos que prometen resultados milagrosos y más que perfectos con sólo activar un botón mágico; sin embargo, la música es una experiencia netamente auditiva, así que debes aprender a confiar en tus oídos y enfocarte en el sonido que deseas crear, en lugar de preocuparte demasiado por las visualizaciones o los valores técnicos de hercios o decibeles raros que muy probablemente ni siquiera entiendas; para ello es imprescindible que practiques el Entrenamiento Auditivo y la Escucha Crítica, así como también que te des el tiempo de probar tus equipos de muchas formas distintas y con el manual de instrucciones en mano, para así poder conocerlos de verdad y aprender a reconocer lo que hacen al escucharlos y no al verlos.
7. Define objetivos claros para cada sesión
Antes de sentarte a trabajar, es importante establecer metas concretas, esto te ayudará a mantener el enfoque y a evitar distracciones. Por ejemplo, podrías decidir grabar una melodía, mezclar una pista o simplemente improvisar para explorar nuevas ideas. De este modo podrás definir un punto final al que quieres llegar en cada sesión de trabajo permitiéndote controlar tus horarios, algo que por tu bienestar créeme, a largo plazo cobrará una importancia enorme.
8. Descansa cuando sea necesario
En complemento al punto anterior, es importante tomar conciencia de que la fatiga y el estrés son grandes enemigos de la creatividad. Si te sientes agotado, no dudes en tomar un descanso, alejarte del proyecto por unas horas (o incluso días) puede darte una perspectiva fresca y nuevas ideas para avanzar. Adicionalmente considera que la fatiga auditiva te llevará a tomar malas decisiones puesto que todo lo que escuches estará distorsionado por tu propio cansancio.
9. Finaliza tus proyectos, aunque no sean perfectos
La búsqueda de la perfección puede ser una trampa totalmente paralizante, por eso es preferible completar una canción imperfecta que dejarla inconclusa. Cada proyecto terminado es una lección que te acerca más a tus objetivos creativos, muy probablemente luego vendrá esa chispa creativa que te lleve a mejorarla o a re-crearla en una mejor versión, pero te aseguro que cualquier intento siempre será un buen ejercicio para al menos descubrir lo que no debes volver a hacer. Así que dale la bienvenida a todo lo que tu imaginación te dicte, aunque al final no sea del todo de tu agrado.
10. Pasa de la teoría a la práctica pero con Verdadero Criterio!
Nada es mejor que poner manos a la obra cuando la inspiración nos ataca, pero es necesario tomar en cuenta que el conocimiento es la base fundamental para crear con confianza y originalidad; así que antes de lanzarte a experimentar a lo loco, asegúrate de comprender bien las técnicas y principios que aplicas. Sí, puede ser muy útil leer artículos como éste o ver tutoriales en YouTube, pero ten por seguro que no lograrás absolutamente nada que valga la pena a punta de pura intuición y buen gusto, por experiencia propia puedo asegurarte sin el más mínimo temor a equivocarme, que una vez aprendes y comprendes la teoría necesaria, el horizonte a la creatividad se abre en tu mente como una onda explosiva en constante expansión, y luego, poner en práctica lo aprendido de manera estructurada, te llevara a resultados verdaderamente asombrosos que sólo creías que podían lograr las grandes leyendas que seguramente admiras. Al final te darás cuenta de que este enfoque no solo fortalecerá tu estilo personal, sino que también te permitirá resolver problemas de forma más eficiente y obtener resultados profesionales desde el inicio.
A través de la práctica te convertirás en experto...
Andando por el buen camino, en algún punto te aseguro que llegarás a la conclusión de que tener en tu arsenal software o hardware, el DAW más famoso, un montón interminable de toda clase de Plugins, o incluso conseguir el dinero para permitirte pagar fortunas por míticos micrófonos, preamplificadores, compresores, ecualizadores, consolas, sumadores, reverberaciones, saturaciones, procesadores a tubos, monitores o audífonos de alta gama, artefactos y montajes acústicos perfectamente diseñados o cualquier artilugio que aparezca en fotos de revistas que muestran alucinantes estudios donde graban los famosos; nada, pero nada de eso te garantizará el sonido soñado mientras no los entiendas a fondo y no sepas cómo sacarles verdadero provecho.
Como reflexión final, te invito a tener siempre presente que la música es un proceso vivo y personal más allá de los aspectos técnicos; por ello lo que realmente importa es cómo conectas contigo mismo y con tu público a través de tus creaciones, de modo que te invito a disfrutar del viaje dejando de lado toda esa perfección absurda que te pintan en las redes sociales…
¡Tú sigue explorando, aprendiendo, creando y creciendo!
Ricardo Cortés D.
CLAVEDIGITAL Training Center