La marca personal del artista

Cuando hablamos de marcas se nos pueden venir muchas imágenes a la mente, entre ellas seguramente bebidas, autos, computadoras, teléfonos, aerolíneas o plataformas de internet; pero has pensado alguna vez en que tú puedes convertirte en una marca?
Así es, cuando ejerces una actividad comercial que para el caso que nos interesa, es el arte de la música; debes saber cómo proyectar una imagen de marca. Pero, qué es realmente una marca? Según la Asociación Americana de Marketing una marca es “Un nombre, un término, una señal, un símbolo, un diseño, o una combinación de alguno de ellos que identifica productos y servicios de una empresa y los diferencia de los competidores”. Aquí debemos resaltar especialmente el sentido de IDENTIFICAR y DIFERENCIAR, puesto que es aquello que debes buscar en todo sentido cualquiera que sea tu producto, si haces tu música o haces música para otros artistas, tu trabajo debe imprimir su propia identidad, y cuando hablamos de trabajo no debes limitarte a pensar solamente en la música que haces; tu trabajo implica mucho más que eso, implica ante todo una reputación que debe cuidarse, una imagen que debe mantenerse en parámetros de profesionalismo, seriedad, cumplimiento, talento, organización, en fin, son muchos los factores que influyen sobre el modo en el que tu público te ve, y eso depende de lo que tu proyectes como profesional y como artista.
Esa proyección estará basada en valores propuestos, es decir, son los valores que tu atribuyes a tu marca y con los que debes ser coherente, esto significa cuidar la manera en que muestras en público tu propuesta, comenzando desde tu imagen personal, tu vestimenta, tu puntualidad, tu estilo de expresión tanto verbal como corporal, la presentación de tu trabajo en lo gráfico, lo escrito, lo sonoro, lo artístico, etc; es en base a todos estos factores que estarás mostrándote ante tu público.
Ahora, del otro lado están los valores percibidos, que en sí son aquellos que tu público te atribuye a su libre albedrío y que además son totalmente subjetivos, puesto que las personas no precisamente perciben tus valores propuestos tal y como tu esperas que los interpreten; de modo que es ahí donde debes prestar mucha atención a la manera en que tu público está asimilando tu propuesta, para saber cómo debes manejarla de modo que se adapte de la mejor manera posible a lo que realmente desean quienes van a consumir tu producto.
Para que estos valores percibidos puedan ser asimilados de un modo positivo, aunque sea de distintas maneras, ante todo debes guardar coherencia y uniformidad; vamos a poner un ejemplo: supongamos que eliges el color verde como parte de tu identidad de marca, entonces debes procurar que su tonalidad esté presente de algún modo en todo lo que encierre tu imagen, en tu logotipo, en tus fotografías, en tus pósters, en tu vestimenta, etc; no quiere decir esto que debas convertirte en una suerte de personaje al estilo Hulk, Peter Pan o la Linterna Verde, pero si utilizas los tonos del color que hayas elegido sutilmente y bien concebidos dentro de la imagen que proyectas, estarás aportando a crearte una identidad que va a ayudar a la recordación en la mente de tu público objetivo. Esta uniformidad es parte del estilo que te va a identificar y diferenciar, del mismo modo como el estilo musical que hagas, la instrumentación que utilices y el sonido propio que logres adquirir; es realmente contraproducente el modo en que muchos “artistas” que seguro todos conocemos, hoy pueden estar cantando una cumbia vestidos con camisa playera, como mañana estar gruñendo un rock empacados en un traje de cuero negro; ese tipo de prácticas son precisamente las que no generan identidad, o peor aún, generan una identidad absolutamente negativa.
No olvides que tu arte no solo es lo que te gusta hacer, si no que además es tu trabajo, tu negocio, el medio a través del cuál te sustentas tal como lo hace un empresario o un profesional que ejerce medicina, ingeniería, arquitectura, economía o cualquier otra profesión tan digna como la de ser artista; por eso debe ser tratada con seriedad y conocimiento.
Siendo de este modo, volvemos a recalcar en que tu arte es tu producto, al cuál debes darle una identidad congruente con el valor que pretendes transmitir y del cuál tú eres la imagen, tu eres esa marca que debe hacer a tu producto único!

*Este artículo forma parte de nuestro curso de Producción Musical

Ricardo Cortés D.
CLAVEDIGITAL Training Center

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